El revolucionario extintor de sonido: una tecnología innovadora que aún no cumple las normativas europeas.
Una tecnología pionera podría cambiar para siempre la manera en que combatimos los incendios. Desarrollada por la startup estadounidense Sonic Fire Tech, esta innovación utiliza ondas de infrasonido —vibraciones de baja frecuencia que el oído humano no puede percibir— para apagar el fuego sin emplear agua ni agentes químicos. Este avance promete un método más limpio, silencioso y sostenible, lo que podría representar una revolución en el campo de la seguridad y la prevención.
Los responsables del proyecto aseguran que las ondas acústicas interrumpen el proceso de combustión al modificar el flujo de oxígeno que rodea las llamas. De esta forma, el fuego se extingue sin dejar residuos, sin contaminación y sin afectar la audición humana. Además, su consumo eléctrico es mínimo, lo que convierte al sistema en una alternativa ideal para zonas rurales o áreas con alto riesgo de incendios forestales.
Sin embargo, aunque la propuesta es tecnológicamente viable, aún se enfrenta a un obstáculo crucial: no cumple con las normativas europeas de seguridad contra incendios.
Funcionamiento técnico y características principales del sistema
El dispositivo desarrollado por Sonic Fire Tech emplea un pistón mecánico de gran tamaño que, accionado por un motor eléctrico, genera pulsos de infrasonido de aproximadamente 20 Hz. Estas ondas se propagan sin ser audibles, pero con la fuerza suficiente para alterar la estabilidad del fuego.
Geoff Bruder, director ejecutivo de la empresa y exingeniero de la NASA, explicó que el equipo tuvo que desechar la estructura tradicional de los altavoces para crear un sistema totalmente nuevo. Según sus declaraciones, este extintor sónico ha demostrado ser capaz de apagar llamas a más de siete metros de distancia, lo que supone un rendimiento notable para una tecnología no invasiva.
El sistema puede instalarse en tejados, estructuras domésticas o industriales, y distribuir el sonido mediante conductos acústicos hacia zonas críticas como canaletas o aleros. Su activación es automática, a través de sensores de detección de calor o humo, que proyectan el infrasonido hacia el origen del fuego. Todo el proceso se desarrolla en silencio total y sin necesidad de agua o presión interna.
Diferencias con un extintor tipo ABC
A diferencia de un extintor tipo abc, diseñado para sofocar fuegos de materiales sólidos, líquidos inflamables y gases, el sistema sónico no utiliza ningún agente físico ni químico. Mientras el extintor convencional emplea polvos polivalentes, espuma o CO₂, el invento de Sonic Fire Tech se basa exclusivamente en la energía del sonido.
Esto lo convierte en un equipo sin residuos, sin mantenimiento y sin riesgo de corrosión, pero también en un producto sin homologación ni categoría técnica reconocida dentro de la actual legislación europea. En la práctica, significa que no puede reemplazar legalmente a un extintor certificado, ni instalarse en edificios públicos o privados como medio oficial de seguridad.
El reto principal radica en que las normas UNE-EN —que definen los estándares de calidad y eficacia de los equipos de extinción— no contemplan la supresión de incendios mediante infrasonido, lo que impide que esta tecnología reciba una clasificación de eficacia o un marcado CE válido.
Comparativa con el extintor de polvo ABC
El tradicional extintor de polvo abc sigue siendo, hoy por hoy, el estándar más versátil y eficaz dentro del ámbito de la protección contra incendios. Su fórmula química, basada en fosfatos o sulfatos de amonio, permite sofocar fuegos de clase A (sólidos), B (líquidos inflamables) y C (gases) de manera rápida y segura.
A diferencia del sistema sónico, este tipo de extintor está plenamente certificado bajo la normativa UNE-EN 3 y cumple con los requisitos del Real Decreto 513/2017 (RIPCI). Además, su eficacia está cuantificada mediante pruebas estandarizadas, lo que garantiza su desempeño en cualquier entorno.
En cambio, el extintor de infrasonido no posee parámetros de presión, masa del agente ni tiempos de descarga medibles, lo que imposibilita compararlo objetivamente con los sistemas actuales. Su clasificación de eficacia —por ejemplo, 21A o 113B— simplemente no puede establecerse, ya que no existe un método de ensayo aplicable.
Desafíos normativos y ausencia de certificación en Europa
El Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI) establece que todos los equipos destinados a la seguridad deben ajustarse a sistemas reconocidos y contar con marcado CE. El invento de Sonic Fire Tech, al no basarse en un agente extintor físico, no encaja en ninguna categoría reconocida.
Tampoco cumple con los requisitos del Reglamento de Productos de Construcción (CPR) ni puede demostrar conformidad con una norma UNE-EN armonizada, condiciones imprescindibles para su comercialización legal en la Unión Europea.
Sin la creación de un nuevo marco regulatorio que contemple la extinción acústica del fuego, esta tecnología no puede instalarse legalmente en España ni en el resto del territorio europeo como sistema de protección contra incendios certificado.
Eficiencia energética y aplicaciones potenciales
Una de las grandes ventajas del sistema de Sonic Fire Tech es su bajo consumo eléctrico, que ronda los 500 vatios de potencia. Además, puede incorporar baterías de respaldo en caso de fallos de energía, lo que lo convierte en una alternativa viable para viviendas o instalaciones remotas.
El diseño modular permite una instalación discreta y autónoma, sin necesidad de conexiones hidráulicas o recargas periódicas. En términos medioambientales, su funcionamiento sin agentes químicos representa un paso adelante hacia una seguridad sostenible y libre de residuos.
No obstante, hasta que las normas de certificación se actualicen, su uso quedará limitado a demostraciones experimentales o entornos controlados, sin posibilidad de implementarse en infraestructuras públicas o privadas.
Una tecnología prometedora, pero aún fuera del marco legal
El extintor de sonido de Sonic Fire Tech es una muestra del enorme potencial que ofrece la ciencia aplicada al control de incendios. Su enfoque silencioso, ecológico y eficiente abre nuevas posibilidades en la ingeniería de seguridad. Sin embargo, mientras no exista una norma UNE-EN específica que regule la extinción mediante infrasonido, este sistema no puede considerarse un método reglamentario de protección en España ni en la Unión Europea.
La creación de un estándar internacional que defina sus parámetros de seguridad, eficacia y mantenimiento será el paso decisivo para que esta tecnología pase de ser un experimento innovador a una herramienta reconocida en la lucha contra el fuego.
Hasta entonces, los métodos tradicionales —como el extintor tipo ABC o el extintor de polvo ABC— seguirán siendo la referencia obligatoria para garantizar la protección contra incendios en cualquier entorno.
