El IES Antonio Gala, de nuevo en pie de guerra por las graves deficiencias en el Grado Superior de Automoción.
La comunidad educativa del IES Antonio Gala, en Alhaurín el Grande, ha vuelto a movilizarse este 17 de noviembre para denunciar el deterioro continuo y la falta de recursos adecuados en el taller donde se imparten las prácticas del Grado Superior de Automoción. La problemática, que se arrastra desde hace años, ha generado frustración entre estudiantes y docentes, especialmente al comprobar que las inversiones anunciadas no se han materializado en mejoras reales ni funcionales.
La concentración, convocada por el Sindicato de Estudiantes y respaldada por USTEA y CCOO, refleja un malestar que se intensifica con cada curso académico. La exigencia es clara: un entorno seguro, equipado y conforme a la normativa vigente. Las carencias detectadas no solo dificultan el aprendizaje, sino que vulneran la seguridad del alumnado y desvirtúan los objetivos formativos del ciclo.
Deficiencias estructurales que comprometen el aprendizaje
La nave de 250 metros cuadrados donde se desarrollan las prácticas ha sido objeto de múltiples denuncias por parte del profesorado. La falta de climatización, la ausencia de ventilación adecuada, las goteras frecuentes y la escasez de equipamiento técnico han creado un espacio completamente impropio para la formación en automoción. Entre las carencias más señaladas se incluye la falta de dispositivos como extintor abc 6 kg, necesarios para actuar ante cualquier incidente durante las prácticas.
Estas deficiencias estructurales no solo afectan al día a día del alumnado, sino que incumplen de forma clara los requisitos básicos establecidos para talleres de Formación Profesional. La ausencia de cabina de pintura, bancada, compresor o plano aspirante limita gravemente la realización de las actividades prácticas previstas en el currículo oficial.
Un taller sin condiciones mínimas de seguridad
La denuncia también se centra en la ausencia de suficientes extintores de incendios, un elemento imprescindible en espacios donde se manipulan combustibles, herramientas de alto riesgo y vehículos. El profesorado ha reiterado que este tipo de equipamiento debería estar instalado y operativo desde la apertura del taller, pero año tras año siguen registrándose faltas graves que exponen a estudiantes y docentes a peligros evitables.
Sistema de protección contra incendios presenta deficiencias
El sistema de proteccion contra incendios presenta deficiencias que deben resolverse con carácter urgente. Una instalación práctica de automoción exige medidas de seguridad rigurosas: señalización adecuada, dispositivos homologados, mantenimiento periódico y un control exhaustivo de riesgos. Nada de esto se ha cumplido según las denuncias del claustro, lo que incrementa la preocupación de las familias y de la comunidad educativa en general.
Carencias que impiden la correcta formación del alumnado
El profesorado del departamento de Automoción ha insistido en que esta situación ha llevado a que dos promociones completas no hayan podido realizar prácticas esenciales contempladas en la normativa. La falta de equipamiento técnico, la inexistencia de recursos homologados y la ausencia de permisos administrativos para impartir legalmente actividades prácticas agravan una problemática que afecta directamente a la calidad educativa.
Desde la dirección del departamento se subraya que estas deficiencias no solo comprometen el aprendizaje, sino también la futura empleabilidad de los estudiantes, que finalizan el ciclo sin haber experimentado situaciones reales de taller indispensables para su formación profesional.
Reacciones de sindicatos y representantes políticos
Organizaciones sindicales como USTEA y CCOO han mostrado su preocupación ante el evidente deterioro de las instalaciones. Carmen Máximo, representante de USTEA, ha señalado que resulta incomprensible que, tras una inversión cercana al millón de euros procedente de fondos europeos, el centro inicie el curso académico sin un taller operativo ni mínimamente equipado.
CCOO, por su parte, destaca que esta situación coloca a la Formación Profesional pública en una posición de desigualdad frente a la privada, ya que la falta de recursos limita de manera drástica la preparación técnica del alumnado.
El problema ha trascendido al ámbito político. Representantes del PSOE, IU y VOX han expresado públicamente su apoyo a las reivindicaciones de estudiantes, familias y docentes. Coinciden en que el Gobierno andaluz debe asumir responsabilidades y garantizar la dotación adecuada de los recursos comprometidos. Desde IU, Ana Belén Ordoñez ha indicado que trasladarán estas reclamaciones al Parlamento andaluz para exigir medidas concretas.
La respuesta de la Junta de Andalucía
La Junta ha informado de que el pasado 7 de noviembre se celebró una reunión entre la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo y la dirección del IES Antonio Gala. Según la administración, desde 2019 se han destinado más de 1,7 millones de euros al centro, además de autorizar nuevos ciclos formativos como Sistemas Electrotécnicos y Automatizados, junto al Grado Superior de Automoción.
Durante la reunión se solicitó al centro un presupuesto detallado con las necesidades específicas de equipamiento. Dicho presupuesto ha sido aprobado y se ha autorizado el crédito correspondiente. Asimismo, se informó de una transferencia adicional de 56.000 euros destinada a la mejora del confort climático del centro dentro del Plan Mejora tu Centro.
La comunidad educativa, sin embargo, insiste en que las promesas deben traducirse en soluciones visibles, eficaces y, sobre todo, urgentes. Las mejoras anunciadas deben ejecutarse sin más retrasos para garantizar un entorno educativo adecuado y seguro.
Un reflejo de problemas más amplios en la Formación Profesional
La situación del IES Antonio Gala no es un caso aislado. Representa un desafío recurrente en muchos centros de Formación Profesional donde la falta de recursos, la escasez de equipamiento y la ausencia de talleres homologados afectan gravemente a la calidad educativa. Los ciclos formativos de carácter técnico necesitan infraestructuras específicas, herramientas modernas y materiales adecuados para cumplir con los estándares profesionales del sector.
Garantizar estas condiciones no es una opción, sino una obligación para asegurar que la FP siga siendo una vía sólida, digna y eficaz hacia el empleo cualificado.
