RD 39/1997: Reglamento de los Servicios de Prevención- Marco legal esencial para la seguridad y salud en el trabajo.
El Real Decreto 39/1997, de 17 de enero, aprueba el Reglamento de los Servicios de Prevención, una norma de gran relevancia en el marco jurídico español que desarrolla la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales. Este reglamento define las bases técnicas, organizativas y de gestión que toda empresa debe implementar para garantizar la seguridad y salud de sus trabajadores.
Además de establecer los principios generales, el RD 39/1997 promueve la integración de la prevención de riesgos laborales en la estructura interna de cada organización, haciendo hincapié en la necesidad de disponer de equipos de protección adecuados como parte esencial de cualquier plan preventivo.
Objetivo y ámbito de aplicación del RD 39/1997
El objetivo principal del Reglamento de los Servicios de Prevención es regular la organización y funcionamiento de las actividades preventivas dentro de las empresas. Se aplica tanto al sector público como privado, sin distinción de tamaño o actividad, con el propósito de crear entornos de trabajo seguros, saludables y productivos.
Este decreto busca garantizar que las empresas planifiquen, desarrollen y supervisen la prevención de riesgos de forma eficaz, estableciendo métodos de evaluación, control y mejora continua. Dentro de este contexto, la instalación de equipos de protección contra incendios, señalizaciones y dispositivos de emergencia se convierte en un pilar fundamental para la seguridad colectiva.
Cumplimiento normativo y necesidad de comprar extintores certificados
El RD 39/1997 enfatiza la obligación de dotar a los centros de trabajo de equipos de emergencia funcionales y homologados, como los extintores portátiles. Por ello, comprar extintores certificados es una acción indispensable para cumplir con la legislación y garantizar la respuesta adecuada ante un siniestro.
Al adquirir un extintor, la empresa debe asegurarse de que el equipo cuente con la homologación UNE-EN 3, que certifica su eficacia y fiabilidad ante diferentes tipos de fuego (A, B o C). La ubicación, señalización y mantenimiento periódico son requisitos que el reglamento exige para minimizar riesgos y proteger tanto a las personas como a las instalaciones.
Además, el reglamento establece la necesidad de contratar servicios especializados que aseguren la revisión, recarga y sustitución de los equipos cuando sea necesario. Esta acción no solo cumple con la normativa, sino que refuerza la cultura de prevención dentro de la empresa.
Extintor 6 kg: el equipo esencial en la prevención activa
Dentro del marco técnico del reglamento, el extintor 6 kg ocupa un papel fundamental en la protección activa contra incendios. Este modelo, generalmente de polvo ABC, es uno de los más utilizados en entornos laborales debido a su eficacia y versatilidad.
El extintor de 6 kg es capaz de sofocar incendios de materiales sólidos, líquidos inflamables y gases, lo que lo convierte en una herramienta indispensable en oficinas, naves industriales, cocinas profesionales y almacenes. El RD 39/1997 indica que los equipos de extinción deben dimensionarse en función del riesgo y mantenerse operativos mediante inspecciones regulares.
Contar con un extintor 6 kg homologado y correctamente instalado contribuye al cumplimiento normativo y a la protección integral de los trabajadores, reduciendo el impacto de posibles emergencias y asegurando una respuesta rápida y efectiva ante cualquier eventualidad.
Diferencia extintor co2 y abc: conocer para actuar con eficacia
Uno de los aspectos más importantes en la prevención es elegir el extintor adecuado según el tipo de fuego que pueda presentarse. En este sentido, comprender la diferencia entre extintor co2 y abc resulta esencial para garantizar una intervención correcta y segura.
El extintor de co2 (dióxido de carbono) se utiliza especialmente en fuegos eléctricos y líquidos inflamables, ya que no deja residuos y no daña los equipos electrónicos. Su acción se basa en desplazar el oxígeno, sofocando el fuego sin afectar los materiales circundantes.
Por otro lado, el extintor de polvo ABC es más versátil, ya que actúa sobre fuegos de tipo A (sólidos), B (líquidos) y C (gaseosos). Sin embargo, deja residuos que pueden requerir limpieza posterior. En muchos casos, lo ideal es combinar ambos tipos de extintores en un mismo plan preventivo, adaptando la instalación a los diferentes riesgos del entorno laboral.
El RD 39/1997 exige que las empresas conozcan las características de cada tipo de extintor y aseguren la formación del personal en su uso, garantizando así una respuesta eficiente ante cualquier incidente.
Estructura y contenido técnico del Reglamento de los Servicios de Prevención
El RD 39/1997 se estructura en cinco capítulos y varios anexos técnicos, que abarcan desde los conceptos generales hasta los criterios de acreditación de los servicios de prevención:
- Disposiciones generales: define los principios básicos y la integración de la prevención en la gestión empresarial.
- Evaluación de riesgos y planificación preventiva: establece los procedimientos para identificar y controlar los riesgos laborales.
- Organización de los recursos preventivos: detalla las modalidades organizativas que las empresas pueden adoptar (propio, ajeno o mixto).
- Acreditación y auditorías: regula la certificación y control de los servicios de prevención externos.
- Formación del personal técnico: establece los niveles formativos requeridos según la responsabilidad en materia de prevención.
Los anexos técnicos complementan estos capítulos con las especificaciones sobre auditorías, formación y acreditación, asegurando un cumplimiento uniforme y verificable.
Actualizaciones y evolución normativa del RD 39/1997
Con el paso del tiempo, el RD 39/1997 ha sido objeto de diversas modificaciones para adaptarse a los avances tecnológicos y a las nuevas normativas europeas. Entre las más destacadas se encuentran el RD 780/1998, que actualizó los criterios de acreditación, y el RD 604/2006, que reforzó los procedimientos de evaluación y la formación de los técnicos preventivos.
Estas actualizaciones han consolidado la importancia de la prevención integral, el mantenimiento de equipos contra incendios certificados y la incorporación de tecnologías que faciliten la detección temprana y la intervención rápida ante emergencias.
La importancia del RD 39/1997 en la cultura preventiva empresarial
El cumplimiento de este reglamento no solo representa una obligación legal, sino una estrategia de responsabilidad corporativa. Aplicar correctamente las medidas preventivas reduce accidentes, mejora el clima laboral y fortalece la imagen de la empresa ante empleados y clientes.
La formación continua del personal, la evaluación de riesgos actualizada y el uso de extintores certificados son pilares fundamentales para consolidar una cultura de seguridad activa y compromiso social.
Incorporar sistemas de control, auditorías periódicas y planes de emergencia bien estructurados garantiza no solo el cumplimiento del RD 39/1997, sino también la protección efectiva de las personas y los bienes materiales.
Una norma clave para la seguridad y sostenibilidad
El RD 39/1997, Reglamento de los Servicios de Prevención, constituye la base legal de la prevención de riesgos laborales en España. Su aplicación correcta permite a las empresas anticipar riesgos, evitar sanciones y mejorar la seguridad en todos los niveles operativos.
Cumplir con este decreto implica disponer de extintores homologados, planes de emergencia eficaces y personal formado para actuar ante cualquier contingencia. En definitiva, la prevención no es solo una exigencia normativa, sino una inversión en seguridad, eficiencia y futuro empresarial.
