La Mezquita de Córdoba adopta el sistema de seguridad de Notre Dame contra incendios. Una estrategia integral de protección patrimonial.
La Mezquita-Catedral de Córdoba, uno de los monumentos más valiosos y reconocidos del mundo, avanza hacia una nueva etapa de protección patrimonial avanzada. Desde una visión estratégica y a largo plazo, el Cabildo Catedral impulsa una actuación decisiva que refuerza la seguridad del edificio frente a uno de los mayores riesgos para el patrimonio histórico: el fuego. La intervención se apoya en tecnología de última generación, diseñada para actuar con precisión, rapidez y el máximo respeto por la integridad arquitectónica del monumento.
Planificación rigurosa y responsabilidad institucional
Asumimos que la custodia de un bien de valor excepcional exige anticipación, estudio y compromiso constante. Por ello, el proyecto aprobado el pasado mes de febrero responde a un proceso exhaustivo de análisis de riesgos, delimitación de áreas sensibles y definición de soluciones adaptadas a la complejidad constructiva del conjunto monumental. Con una inversión superior a 1,3 millones de euros, financiada íntegramente por la institución capitular, se establece un modelo de intervención que prioriza la prevención y la respuesta temprana.
Alarma de incendios como eje de la detección temprana
En el núcleo de esta estrategia se integra una alarma de incendios concebida específicamente para edificios históricos de gran envergadura. Este sistema no se limita a emitir avisos convencionales, sino que incorpora sensores avanzados capaces de identificar variaciones térmicas mínimas, incluso antes de que se produzca la combustión visible. De este modo, se reduce de forma drástica el tiempo de reacción, un factor determinante cuando se trata de estructuras con abundante presencia de madera y cubiertas de difícil acceso.
Sistema de detección de incendios con tecnología pionera
El sistema de deteccion de incendios implantado combina cámaras termográficas, fibra óptica y análisis continuo de temperatura en puntos críticos como cúpulas, entramados y cubiertas altas. Esta arquitectura tecnológica permite dividir el edificio en zonas independientes, garantizando una vigilancia constante y localizada. La confirmación doble de cualquier anomalía térmica evita falsas alertas y asegura que cada actuación esté plenamente justificada, preservando tanto la seguridad como la estabilidad del monumento.
La Mezquita de Córdoba se protegerá del fuego con el modelo de Notre Dame
Este proyecto sitúa a Córdoba en la vanguardia europea de la protección patrimonial, ya que la Mezquita de Córdoba se protegerá del fuego con el modelo de Notre Dame, adaptando la experiencia adquirida tras el incendio de la catedral parisina. El sistema de agua nebulizada de alta presión, probado con éxito en grandes monumentos internacionales, enfría el foco del incendio, reduce el calor radiante y limita la propagación de las llamas con un consumo mínimo de agua.
Protección activa en las zonas más sensibles
La primera fase de actuación se centra en las cinco cúpulas del crucero y el coro, áreas consideradas de alta vulnerabilidad por su altura y complejidad estructural. Desde esta base, el sistema se extenderá progresivamente al resto de las naves hasta cubrir la totalidad del edificio. Esta implantación escalonada garantiza un control preciso de cada fase y una adaptación milimétrica a las características constructivas de cada espacio.
Innovación tecnológica al servicio del patrimonio histórico
La solución desarrollada por Chubb y Marioff integra ingeniería de precisión y conocimiento del patrimonio. El agua nebulizada se dispersa en microgotas que, al pasar de estado líquido a gaseoso, absorben calor de forma inmediata, inertizando el entorno del incendio sin causar daños colaterales. Esta tecnología resulta especialmente adecuada para monumentos históricos, donde la intervención debe ser eficaz pero extremadamente respetuosa.
Tradición histórica de prevención y cuidado
La actual intervención no surge de la improvisación, sino que se inscribe en una larga tradición de prevención. Desde principios del siglo XX, la Mezquita-Catedral ha incorporado sistemas de pararrayos, circuitos de agua en cubiertas y mecanismos de detección que han evolucionado con el tiempo. Esta nueva fase representa la culminación lógica de décadas de mejoras continuas orientadas a minimizar riesgos y preservar el legado arquitectónico.
Rapidez de intervención como factor decisivo
Los acontecimientos recientes en grandes catedrales europeas han demostrado que la rapidez de actuación es determinante. Aunque los servicios de emergencia pueden acceder con eficacia a determinadas zonas, las cubiertas altas requieren sistemas automáticos capaces de actuar en segundos. El nuevo modelo instalado en Córdoba responde precisamente a esta necesidad, garantizando una intervención inmediata incluso en los puntos más complejos del edificio.
Ensayos de fuego y adaptación específica
Antes de su implantación definitiva, el sistema ha sido sometido a ensayos de fuego específicos, diseñados para reproducir las condiciones reales de las cubiertas de madera y otros elementos estructurales. Estos estudios permiten ajustar presiones, caudales y tiempos de respuesta, asegurando una eficacia máxima en cada escenario posible. Nada se deja al azar cuando se trata de proteger un monumento de valor incalculable.
Integración hidráulica y respeto arqueológico
La adaptación del sistema a la infraestructura hidráulica de la ciudad se ha realizado con extremo cuidado. Dos conexiones principales transportarán el agua hasta una cámara técnica situada en el Patio de los Naranjos, desde donde se impulsará al conjunto del sistema. Previamente, se han ejecutado trabajos arqueológicos superficiales para garantizar que ningún bien histórico resulte afectado, manteniendo intacta la riqueza patrimonial del subsuelo.
Mínimo impacto visual, máxima eficacia
Uno de los mayores retos ha sido conducir las instalaciones hacia las zonas superiores sin alterar la percepción estética del monumento. El equipo técnico ha priorizado soluciones discretas, integradas en la arquitectura existente, demostrando que tecnología avanzada y conservación patrimonial pueden convivir sin conflicto cuando existe planificación y conocimiento especializado.
Inicio inmediato de las obras
Con los permisos correspondientes en trámite, las obras comenzarán de forma inminente. Se trata de una intervención delicada, sujeta a posibles imprevistos propios de cualquier actuación en un edificio histórico, pero con una previsión de ejecución de varios meses. El objetivo es claro: dotar a la Mezquita-Catedral de un sistema de protección de referencia internacional.
Un modelo de autoprotección inteligente
El nuevo sistema se integra plenamente en el plan de autoprotección del monumento. Ante cualquier incidencia, se activa de manera automática la comunicación con los servicios de emergencia, garantizando una coordinación inmediata. La descarga de agua se realiza únicamente de forma localizada, evitando la propagación del fuego y minimizando cualquier impacto innecesario.
Córdoba en la vanguardia de la protección patrimonial
Con esta actuación, España se incorpora al selecto grupo de países que protegen sus grandes monumentos mediante sistemas avanzados de detección y extinción. La Mezquita-Catedral se convierte así en un referente internacional, demostrando que la innovación tecnológica es una aliada imprescindible para preservar el legado histórico de las generaciones presentes y futuras.
