¿Cuánto tiempo dura un extintor en uso real?

Cuando se habla de extintores, la mayoría de la gente piensa solo en su fecha de caducidad o en cuándo toca revisarlos. Pero muy pocos se preguntan cuánto dura realmente un extintor una vez que se activa, cuando el fuego ya está ahí y no hay margen de error. Esta duda no es menor: si el extintor solo da para unos segundos y no estás preparado, puedes quedarte vendido ante un incendio.

Diferencia entre duración teórica y uso real

La etiqueta de un extintor puede decir muchas cosas: tipo, fecha de fabricación, presión, agente extintor… pero lo que no suele quedar claro es cuánto dura cuando lo usas. En laboratorio, un extintor puede durar entre 8 y 25 segundos dependiendo del tamaño. Pero en la práctica, con el estrés, el entorno, los fallos y la urgencia, esa duración puede ser mucho menor. Aquí es donde empieza la diferencia entre lo que dice la teoría y lo que te salva la vida de verdad.

¿Cuánto aguanta un extintor en acción?

Un extintor de 6 kilos, que es el típico en casas y oficinas, aguanta más o menos 15 segundos en uso continuo. Suena a poco, ¿no? Pues lo es. Y si no sabes usarlo bien, ese tiempo se va en un abrir y cerrar de ojos. Por eso es clave apuntar directo a la base de las llamas, mantener la distancia correcta y no hacer disparos en ráfaga como si fuera una película de acción. Cada segundo cuenta.

Qué pasa con los extintores ABC

Los más comunes en edificios, coches y locales son los de polvo polivalente, conocidos como extintor ABC. Se les llama así porque sirven para fuegos de tipo A (materiales sólidos), B (líquidos inflamables) y C (gases). Este tipo de extintor suele durar entre 10 y 20 segundos dependiendo del tamaño, pero hay que tener en cuenta que el polvo es denso y puede reducir la visibilidad. Así que no solo es importante saber cuánto dura, sino también cómo manejar esa nube blanca sin perder de vista el fuego.

El caso de los extintores en ambulancias

Aquí entra un caso muy específico pero clave: los extintores en ambulancias. Como explicamos en este artículo anterior sobre extintores en ambulancias, en un vehículo de emergencia el espacio es limitado y el tiempo lo es todo. En estos casos, los extintores deben ser ligeros, eficaces y estar en perfectas condiciones. La duración real de uso no suele superar los 8 o 10 segundos, así que cada disparo debe ser preciso. Además, hay que considerar que estos extintores están pensados más para controlar un conato hasta que llegan los bomberos, no para apagar un incendio grande.

Factores que influyen en la duración

No todo depende del tamaño del extintor. La presión interna, el tipo de agente (agua, espuma, polvo, CO₂), el estado de mantenimiento, e incluso la temperatura del ambiente juegan un papel clave. Un extintor con poca presión o con la válvula obstruida puede no durar ni la mitad de lo esperado. Y sí, aunque lo revises cada año, si se ha dañado por dentro o tiene fuga de presión, no lo sabrás hasta que lo necesites.

El mito de usarlo a ráfagas

Hay quien cree que es mejor usar el extintor en ráfagas cortas para “ahorrar”. Error. Los extintores no están hechos para eso. De hecho, cada vez que sueltas el gatillo pierdes presión, y esa presión es vital para que el agente salga con la fuerza necesaria. Si tienes un fuego delante, no es momento de “ahorrar”, es momento de apagar. Usa el extintor con decisión, con un barrido controlado y sin titubear. El tiempo corre.

¿Y si el extintor no es suficiente?

A veces, aunque hagas todo bien, el extintor no da para más. Ahí es donde entran los planes de evacuación, las alarmas y los sistemas automáticos. Un extintor es solo la primera línea de defensa, no un milagro portátil. Por eso es tan importante tener varios, saber dónde están y, sobre todo, haber hecho un simulacro de vez en cuando. Porque si no sabes cómo actuar cuando tienes el extintor en la mano, esos 15 segundos se te van volando.

Recomendaciones para sacar el máximo partido

  • Ten claro dónde están los extintores.
  • Mira la presión de vez en cuando (la aguja debe estar en verde).
  • No tapes ni bloquees el acceso.
  • Apunta siempre a la base del fuego.
  • Practica: un simulacro cada seis meses marca la diferencia.
  • Avisa siempre a emergencias, aunque creas que lo tienes controlado.

No es eterno, pero puede salvarte

En resumen, un extintor no dura mucho en acción: entre 8 y 25 segundos. Pero ese pequeño margen puede marcar la diferencia entre un susto y una tragedia. El truco está en usarlo bien y tener siempre uno a mano. No se trata de vivir con miedo, sino de estar preparado. Si quieres seguir aprendiendo sobre protección, echa un ojo a nuestros artículos sobre comprar extintor o sobre retimbrar extintores, que te darán las claves para no quedarte corto justo cuando más lo necesitas.