El tiempo de duración de descarga de un extintor es…determinante 

El tiempo de duración de descarga de un extintor es…determinante para la seguridad

El tiempo de descarga de un extintor es un factor decisivo en la lucha contra incendios. La mayoría de los modelos portátiles tienen una autonomía que oscila entre 8 y 60 segundos, dependiendo de su capacidad y del agente extintor empleado. Esto significa que la reacción del usuario debe ser rápida y efectiva, ya que un extintor está diseñado únicamente para sofocar incendios incipientes. Si el fuego ya se encuentra avanzado, será necesario recurrir a los bomberos y a sistemas de protección más potentes.

La rapidez, la calma y el conocimiento previo del uso del equipo son esenciales para aprovechar al máximo esos segundos críticos. Por ello, es fundamental contar con formación básica en la manipulación de equipos de extinción y familiarizarse con las instrucciones antes de una situación real.

El papel del extintor en la primera intervención

Un extintor constituye la primera línea de defensa en caso de emergencia. En los primeros minutos de un incendio, la diferencia entre controlarlo o dejar que se propague depende en gran medida de cómo se utilice este dispositivo. La eficacia de su descarga exige tres pasos clave: comprobar que el agente es el adecuado, retirar el pasador de seguridad y dirigir el chorro a la base de las llamas en movimientos de barrido.

Cada tipo de fuego está asociado a un agente específico, por lo que resulta crucial identificar correctamente el riesgo. Un mal uso no solo puede ser ineficaz, sino que incluso podría agravar la situación.

Extintor CO2 y sus ventajas en incendios eléctricos

El extintor co2 es uno de los más utilizados en oficinas, centros de datos y espacios donde hay riesgo eléctrico. Su autonomía suele situarse entre 8 y 15 segundos, lo que obliga a actuar con rapidez. La gran ventaja de este agente es que no deja residuos y no daña los equipos electrónicos, a diferencia del polvo químico seco.

Además, el CO2 es especialmente eficaz contra incendios de líquidos inflamables (clase B) y equipos energizados (clase C). No obstante, el usuario debe manipularlo con precaución, ya que la salida del gas provoca temperaturas muy bajas que pueden causar quemaduras si no se sujeta la boquilla aislada.

Tipos de BIE y su función complementaria

En edificios y espacios de pública concurrencia, además de extintores portátiles, se instalan tipos de bie (bocas de incendio equipadas) como sistemas fijos de protección. Estas mangueras, conectadas a la red de agua, ofrecen un suministro continuo que permite atacar incendios de mayor envergadura.

Existen dos categorías principales: las BIE de 25 mm, más manejables y pensadas para usuarios no profesionales, y las BIE de 45 mm, orientadas a personal especializado debido a la presión y caudal que manejan. La combinación de extintores y BIE garantiza una respuesta inicial eficaz antes de la llegada de los bomberos.

Pautas para el uso correcto de un extintor

Para aprovechar el tiempo limitado de descarga de un extintor, se deben seguir pasos claros y ordenados:

  1. Comprobar el agente extintor indicado en la etiqueta.
  2. Descolgar el extintor sujetándolo por la maneta fija y colocarlo en posición vertical.
  3. Asegurar la manguera o boquilla antes de accionar.
  4. Quitar el pasador de seguridad tirando de la anilla.
  5. Mantener una distancia mínima de un metro frente al fuego.
  6. Accionar la maneta y dirigir el chorro a la base de las llamas en zigzag.

El operador debe colocarse siempre de espaldas a una salida de emergencia y, en exteriores, situarse con el viento a la espalda para evitar inhalar humo.

Retimbrado obligatorio cada 5 años

Todo extintor debe someterse a una prueba hidráulica, conocida como retimbrado, cada 5 años. Este procedimiento verifica la resistencia del envase a la presión y es obligatorio según el Reglamento de Aparatos a Presión.

  • En extintores de polvo, la presión de prueba suele ser de 25K/cm².
  • En extintores de CO2, mucho más resistentes, la prueba se realiza a 250K/cm², debido a que contienen gases a altas presiones de servicio superiores a 60K/cm².

El incumplimiento de este mantenimiento no solo pone en riesgo la seguridad, sino que también invalida la certificación del equipo.

Tipología de incendios y elección del extintor adecuado

Los incendios se clasifican en distintas categorías según el material combustible:

  • Clase A: madera, papel, textiles y plásticos.
  • Clase B: líquidos inflamables como gasolina, aceites y disolventes.
  • Clase C: instalaciones y equipos eléctricos en tensión.
  • Clase D: metales combustibles como magnesio o sodio.
  • Clase K: grasas y aceites de cocina.

A cada clase corresponde un agente específico: agua, espuma, polvo, CO2 o agentes especiales. Por ello, identificar el tipo de fuego es imprescindible antes de intervenir.

Normativa sobre revisión y señalización

La normativa UNE-23120 establece que todo extintor debe revisarse como mínimo una vez al año por una empresa autorizada. Además, los equipos deben estar correctamente señalizados mediante carteles fotoluminiscentes conforme a la norma UNE 23033-1.

Las dimensiones y la visibilidad de las señales dependen de la distancia de observación, garantizando que en caso de fallo eléctrico los equipos puedan localizarse rápidamente. El incumplimiento de estas normas puede derivar en sanciones y, lo más grave, en una respuesta ineficaz ante emergencias.

Extintores en espacios de pública concurrencia

En lugares como teatros, centros comerciales, supermercados o garajes, la instalación de extintores y BIE es obligatoria. Sin embargo, no basta con la presencia de los equipos: es imprescindible que estén accesibles, visibles y señalizados.

La falta de formación en el personal y en los usuarios es una de las principales causas de accidentes. Conocer la ubicación de los equipos y saber cómo utilizarlos es tan importante como cumplir con la normativa de instalación.

Cada segundo marca la diferencia

El tiempo de descarga de un extintor puede parecer limitado, pero resulta suficiente para controlar un incendio incipiente si se actúa con rapidez y siguiendo el protocolo adecuado. La elección del agente correcto, el mantenimiento obligatorio y la formación del usuario son los tres pilares para garantizar la eficacia de estos equipos.

La seguridad contra incendios depende de segundos decisivos. Conocer, revisar y utilizar correctamente un extintor no es solo una obligación legal, sino una garantía de protección para las personas y los bienes.