Que saber sobre las BIE’s

¿Qué es una BIES(Boca de Incendios Equipada)?

Las BIE son dispositivos de seguridad contra incendios que se encuentran instalados en diversos lugares, como edificios, fábricas, almacenes, entre otros. Su objetivo principal es proporcionar agua a alta presión para combatir un incendio en caso de emergencia.

Estas bocas de incendio se conectan a la red de abastecimiento de agua y cuentan con una serie de elementos, como válvulas, mangueras y boquillas, que permiten su uso. Además, suelen estar señalizadas con un cartel para que puedan ser fácilmente identificadas en caso de emergencia.

Es importante destacar que las BIE deben ser revisadas y mantenidas periódicamente para garantizar su correcto funcionamiento en caso de emergencia. Además, su uso debe ser realizado por personal capacitado para evitar accidentes y asegurar una respuesta efectiva ante un incendio.

Origen de las BIE

El origen de las Bocas de Incendio Equipadas (BIE) se remonta al siglo XIX, cuando se empezaron a utilizar en Inglaterra como medida de seguridad contra incendios en fábricas y almacenes. En aquel entonces, las BIE consistían en una tubería conectada a un depósito de agua cercano y equipada con una válvula de apertura rápida para suministrar agua a presión en caso de incendio.

Con el tiempo, las BIE evolucionaron y se mejoraron, incorporando nuevos elementos como mangueras, boquillas y conexiones para adaptarse a distintos entornos y necesidades. Actualmente, las BIE son elementos de seguridad esenciales en cualquier edificación, y su uso y mantenimiento están regulados por normativas específicas en muchos países.

Algunas ventajas de estos sistemas contra incendios

Además de su evidente ventaja como sistema de seguridad contra incendios, las Bocas de Incendio Equipadas (BIE) ofrecen otras ventajas no tan comunes pero igualmente importantes en ciertos contextos. Algunas de ellas son:

Suministro de agua independiente: las BIE pueden ser conectadas a una fuente de agua independiente, como un tanque o una cisterna, lo que asegura su disponibilidad en caso de que la red de abastecimiento pública se vea afectada por alguna emergencia, como un terremoto o una inundación.

Ahorro de espacio: a diferencia de otros sistemas de seguridad contra incendios, como los rociadores automáticos, las BIE no requieren de la instalación de elementos voluminosos en el techo o en las paredes, lo que permite ahorrar espacio y mantener una estética más limpia y minimalista en los espacios interiores.

Flexibilidad de uso: las BIE son sistemas portátiles y fáciles de usar, lo que permite a los bomberos o al personal encargado de la seguridad contra incendios, llevarlos a distintos lugares y utilizarlos en situaciones de emergencia. Además, la presión de agua que proporcionan las BIE es regulable, lo que permite adaptarse a distintos tipos de incendios y situaciones.

Durabilidad: las BIE están fabricadas con materiales resistentes y duraderos, como el hierro fundido o el bronce, lo que las hace menos susceptibles al desgaste y a la corrosión que otros sistemas de seguridad contra incendios.

Presión adecuada de las BIE

La presión ideal para una Boca de Incendio Equipada (BIE) depende de la normativa local y del tipo de edificación donde se encuentre instalada. En general, las normativas internacionales establecen una presión mínima de 4 bares y una máxima de 12 bares para las BIEs.

Sin embargo, la presión adecuada para una BIE suele ser de alrededor de 7 bares, que es la presión recomendada por la norma NFPA 14 para sistemas de hidrantes contra incendios. Es importante que la presión de agua en la BIE sea adecuada para su correcto funcionamiento. Si la presión es demasiado baja, el chorro de agua no será lo suficientemente potente para combatir el fuego, mientras que una presión demasiado alta puede dañar la instalación y las mangueras.

Por lo tanto, es fundamental realizar una prueba de presión en la BIE de forma regular, para asegurarse de que la presión de agua esté dentro de los parámetros recomendados por la normativa local y del fabricante. Esta prueba debe ser realizada por personal capacitado y siguiendo las instrucciones del fabricante. Además, es importante tener en cuenta la ubicación de la BIE, el mantenimiento periódico, el uso correcto, las conexiones y válvulas adecuadas, y todas las características que hacen que el sistema funcione correctamente.

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