Seguridad en eventos: Cómo evitar sobresaltos y que la fiesta no acabe en susto

Seguridad en eventos: Cómo evitar sobresaltos y que la fiesta no acabe en susto

Uno puede olvidarse del grupo que toca, del catering o incluso del vino si es corriente… Pero lo que nunca, jamás, puede faltar en un evento, es la seguridad. Porque una fiesta sin seguridad es como un DJ sin altavoces: puro desastre esperando su momento de gloria.

No es cuestión de ser agoreros, pero todos hemos oído hablar de aquel bodorrio en el que alguien colocó una vela junto a una cortina y acabaron bailando sevillanas… con los bomberos. Así que vamos al grano, no olvidemos la seguridad en los eventos: si estás organizando un evento —una boda, una feria o el cumpleaños de tu jefe— presta atención, que esto te interesa más que el menú de canapés.

Cuando se junta mucha gente, el riesgo hace piña

Eventos multitudinarios y tranquilidad absoluta son conceptos que no suelen ir de la mano. ¿Por qué? Porque donde hay gente, hay posibles fallos eléctricos, tropiezos, lipotimias, incendios y algún que otro espontáneo con más copas que sentido común. Aquí no basta con cruzar los dedos: hay que planificar, prever y prepararse.

En Lanit, que no solo montamos eventos sino que los mimamos como si fueran propios, tenemos esto claro: un extintor ABC es tan imprescindible como el camarero que lleva la bandeja de jamón. Este tipo de extintor apaga fuegos de los tres tipos más comunes: sólidos, líquidos y eléctricos. Vamos, un “todo en uno” para que no se queme ni la fiesta ni la reputación.

Las claves para una fiesta sin sustos ni sirenas

1. Evalúa antes de montar el circo

Antes de que llegue el primer invitado, toca ponerse en modo inspector. ¿Por dónde se sale si la cosa se pone fea? ¿Dónde se podría armar la gorda? ¿Hay enchufes sospechosos? ¿Alguien ha dejado un cable cruzando el paso? Todo eso debe estar anotado y previsto. No vale con rezar a San Bombero Bendito.

2. Extintores: no los escondas detrás del decorado

Ya lo dijimos: el extintor ABC es tu mejor amigo en un evento sin olvidarse claro está del extintor para fuego eléctrico como el extintor co2. Colócalo donde pueda actuar como héroe: entradas, cocina, zona de escenarios. Y ojo: tenerlo no basta. El personal debe saber cómo usarlo sin acabar regando al DJ.

3. Detectores de humo: pequeños avisos, grandes soluciones

Pon uno. O varios. Especialmente si hay decoración inflamable, telas, o si alguien insiste en poner velas “por la estética”. Un detector puede darte los segundos que marcan la diferencia entre el susto y el desastre.

4. Señales claras y caminos libres, como el pensamiento

No se puede evacuar a nadie si hay un biombo vintage bloqueando la salida o un jarrón gigante estorbando el paso. Todo lo que tenga que estar señalado, que lo esté. Y que se vea, incluso con la luz de emergencia. Los extintores, por cierto, también se señalizan. Que no parezca una búsqueda del tesoro.

5. Plan de evacuación: no improvises como en los karaokes

En caso de emergencia, cada miembro del equipo debe saber lo que tiene que hacer, sin titubear ni jugar al escondite. ¿Quién guía a la gente? ¿Quién habla con emergencias? ¿Quién agarra el extintor? Ensayarlo no es exagerado, es sensato.

6. Control del aforo: no conviertas la fiesta en metro en hora punta

La cantidad importa. Y mucho. Superar el aforo es garantía de agobios, accidentes y líos si hay que evacuar. Usa pulseras, conteo digital o el método tradicional del portero con libreta, pero controla a cuántos invitas… y a cuántos dejas entrar.

7. Primeros auxilios: por si alguien se pasa con el calor, la emoción o el tinto

Un rincón para los primeros auxilios, un socorrista o una ambulancia de guardia. No hacen falta en todos los eventos, pero en los grandes, son como el seguro del coche: el día que lo necesitas, bendices al que lo puso.

8. Coordina con los que llevan el uniforme

Avisar a bomberos, policía o sanitarios no es paranoia. Es previsión. Si algo pasa, estarán más cerca y sabrán qué se está cociendo.

La tecnología también sabe bailar

Hoy la seguridad se lleva en el bolsillo. Cámaras, drones, aplicaciones que alertan a los asistentes… Bien usados, estos recursos son una orquesta silenciosa que toca la partitura de la prevención. No sustituyen al factor humano, pero lo complementan con precisión suiza.


Conclusión: una fiesta sin sobresaltos es una fiesta para recordar

En resumen: organizar una fiesta es un arte, pero mantenerla segura es una ciencia. Y en Lanit, les gusta dominarlas ambas. Porque cuando todo está previsto, la única sorpresa debe ser lo bueno que estaba el jamón.
Así que ya sabes: invierte en seguridad, y tus eventos pasarán a la historia… por lo bien que salieron.

Seguridad en eventos