Arrancar un negocio sin liarla con los extintores


Cuando montas un local, hay cosas que puedes improvisar… pero los extintores no son una de ellas. Si no tienes claro qué tipo necesitas según tu actividad, te puedes comer una inspección que te tumba el negocio antes de abrir. Las reglas cambian según el tipo de licencia comercial, y sí, son un rollo, pero hay que saberlas. Porque no es solo por cumplir: es por no arder (literalmente).

¿Por qué cada negocio tiene reglas distintas?


No es que el ayuntamiento tenga manía. Es que no se incendia igual una panadería que un taller de coches. Dependiendo del riesgo, te van a pedir ciertos sistemas contra incendios y ciertas condiciones para que, si algo explota, no se te vaya de las manos. Lo que necesitas no depende solo del tamaño del local, sino de lo que haces dentro. Así que cuidado con copiar lo que hizo tu vecino: no siempre sirve.

Tu primer extintor: el básico que no puede faltar


Aquí metemos la palabra clave: extintor. Es el mínimo vital. Y no, no te vale cualquiera que compres por internet a lo loco. Tiene que estar homologado, ser del tipo correcto (ABC suele ser el más común en locales comerciales) y tener la presión y capacidad exigidas. Nada de tener uno viejo de hace diez años por ahí tirado. Tiene que estar en condiciones y en el lugar adecuado. Si no, es como si no tuvieras nada.

Cuántos extintores hacen falta en tu negocio


Vamos al plural ahora: extintores. ¿Con uno solo te salvas? Difícil. La norma dice que no puede haber más de 15 metros desde cualquier punto del local hasta el extintor más cercano. Así que si tu local es medianito o tiene varios espacios, vas a necesitar más de uno sí o sí. Y no vale esconderlos detrás de una planta o el perchero. Tienen que estar visibles, señalizados y listos para actuar.

La licencia de actividad y su lista de exigencias

 Aquí va la palabra clave “licencia de actividad”. Cuando pides una, tienes que demostrar que tu local es seguro, y eso incluye detallar los extintores: qué tipo son, dónde van y por qué los necesitas. Esto no es un detalle decorativo. Si no lo explicas bien en el proyecto técnico, el ayuntamiento te dice “next”. Y si te pillan sin cumplir después de abrir, te meten una multa que te hace replantearte el negocio.

Locales con cocina: nivel fuego desbloqueado


Si tu local tiene cocina (tipo bar, restaurante o foodtruck), las exigencias suben nivel. No basta con el típico extintor de polvo. Te pueden pedir uno de CO₂ para los enchufes y uno de clase K si hay aceites o fritanga. Y si la cocina es seria, seguro que te exigen también un sistema de extinción automática. Aquí no vale improvisar ni ahorrar: si cocinas, invierte en protección o cierran la persiana por ti.

Talleres y zonas de trabajo pesado: mucho ojo


Un taller de coches, carpintería o cualquier sitio con chispas o sustancias raras tiene más papeleo y más exigencias. Extintores más grandes (mínimo 12 kg), más cantidad, y mantenimiento más frecuente. También puede que necesites otros sistemas como detectores de humo o rociadores. Este tipo de locales tiene que presentar un plan de autoprotección completo. Si no lo tienes, no abres.

Tiendas normales: tampoco te libras

 Una tienda de ropa o una papelería no tienen el mismo riesgo que una churrería, pero eso no significa que no te pidan nada. Suelen bastar uno o dos extintores de polvo ABC, bien ubicados y con su señal. Pero el detalle es que estén al día: revisados, con la presión correcta, sin fugas. Que tu negocio sea “tranqui” no te exime de hacer las cosas bien.

Revisar los extintores no es opcional


Aquí mucha gente falla. Instalan los extintores, les hacen una foto para el proyecto… y ahí se quedan, olvidados. Pero el mantenimiento es obligatorio. Cada mes tienes que comprobar que todo esté bien (presión, peso, precintos). Cada año, toca revisión técnica por una empresa autorizada. Y cada cinco, recarga. Saltarte esto puede salir muy caro si te inspeccionan o, peor, si hay un fuego real.

Carteles, formación y planes: todo suma


Tener extintores sin señalizar es como tener WiFi sin contraseña: no sirve de nada. Tienen que estar marcados con su cartel bien visible, y sin obstáculos. Si tienes más de cuatro personas currando contigo, al menos uno debe saber usarlos. Además, hay que hacer simulacros anuales, y tener todo eso anotado en un plan de emergencia. Suena pesado, pero cuando pasa algo, marca la diferencia.

¿Vas a hacer obras o cambiar de negocio? Toca revisar


Si cambias de actividad (de tienda a cafetería, por ejemplo) o haces reformas importantes, tienes que rehacer el plano de seguridad, revisar extintores y actualizar todo. La normativa no se queda fija para siempre. Y cuando vuelvas a presentar documentación, te lo van a pedir. Aunque ya tuvieses la licencia de antes, si cambias el uso, empiezas de cero en muchos aspectos.

¿Quién puede instalar y revisar? Solo empresas autorizadas


Esto es importante: ni tú, ni tu primo manitas, ni el técnico que te hace todo en negro pueden instalar extintores legalmente. Tiene que hacerlo una empresa registrada oficialmente. Ellos te dan los certificados que vas a necesitar para presentar ante el ayuntamiento y, en algunos casos, subir a plataformas online. Si no lo haces por el canal correcto, te la juegas sin necesidad.

Final directo: si no cumples, no abres. Así de claro


Tener los extintores correctos, bien puestos y revisados no es opcional. Es lo mínimo para que te den luz verde con la licencia, pero también para proteger tu negocio, tus clientes y tu gente. Cada tipo de negocio tiene sus reglas, y si no las conoces, es fácil meter la pata. Así que antes de montar nada, infórmate, contrata a los que saben y evita sustos. Porque lo barato en seguridad, al final, sale carísimo.