¿Cada cuánto se revisa un extintor? Normativa actualizada en 2025

 La seguridad no espera

La imagen de un extintor colgado en una pared es común en oficinas, comercios, comunidades y fábricas. Sin embargo, su presencia no garantiza protección si no se mantiene en condiciones óptimas. A medida que se actualizan las normativas y se perfeccionan los estándares de prevención de incendios, surge una pregunta clave para cualquier responsable de seguridad: ¿cada cuánto se revisa un extintor? Este artículo responde a esa inquietud con rigor técnico, claridad y utilidad práctica, basándose en la legislación vigente en 2025.


Marco normativo actualizado: lo que exige la ley

Desde el 1 de enero de 2025, tras la última revisión del Reglamento de instalaciones de protección contra incendios (RIPCI), el Ministerio de Industria ha reforzado los plazos de revisión de los extintores. La norma establece revisiones trimestrales visuales por parte del usuario y una inspección técnica obligatoria anual a cargo de una empresa autorizada. Además, cada cinco años, los extintores deben pasar una prueba de retimbrado. Estos plazos no son opcionales: el incumplimiento puede conllevar sanciones y, lo que es peor, poner en riesgo vidas humanas y bienes materiales.


La importancia de revisar los extintores en 2025

Los extintores son el primer frente de defensa contra el fuego. Pero con el tiempo, pierden presión, sus agentes se degradan o sus válvulas pueden fallar. En un escenario real, como un pequeño incendio en una cocina industrial o un cortocircuito en una oficina, un extintor vencido podría no funcionar, dejando a las personas indefensas. Por eso, mantener estos dispositivos revisados y operativos es una obligación tanto ética como legal. Aquí puedes informarte más sobre los tipos y precios actuales de extintores, si aún no dispones de uno conforme a la normativa.


Comprar un extintor no es suficiente: lo esencial es mantenerlo

El error más común entre propietarios de negocios y viviendas es comprar extintor y colgarlo en la pared sin pensar en su mantenimiento. Este hábito, aunque bienintencionado, puede ser inútil si no se cumplen los plazos de revisión. Un extintor nuevo comienza a envejecer desde el primer día, y su eficacia depende de una supervisión constante. En esta tienda online especializada puedes adquirir un extintor certificado y conocer más sobre sus características, ideal para comunidades, comercios o particulares.


¿Qué ocurre si no revisas tu extintor?

Un extintor caducado o sin presión no solo deja de cumplir su función, sino que puede convertirse en un riesgo añadido. Durante una emergencia, un extintor defectuoso puede explotar, fallar al activarse o simplemente no liberar el agente extintor. Este tipo de negligencia es común en locales pequeños o viviendas donde no hay una cultura firme de prevención. Para evitar estos riesgos, es recomendable adquirir extintores verificados y dar seguimiento profesional a su estado.


Revisión trimestral visual: una responsabilidad del usuario

Según el RIPCI 2025, cada tres meses se debe realizar una inspección visual del extintor. Este chequeo incluye verificar que el manómetro esté en la zona verde, que no haya obstrucciones, golpes visibles o manipulación del precinto. Es fundamental que esta revisión quede registrada en una ficha técnica, con fecha y firma del responsable. Aunque esta revisión puede hacerla el propio usuario, debe realizarse con atención, porque de ella depende detectar anomalías tempranas.


Revisión anual técnica: intervención profesional obligatoria

Una vez al año, una empresa autorizada debe realizar la revisión completa del extintor, desmontándolo si es necesario, comprobando la presión interna, el estado del polvo o CO₂, y asegurando que el cilindro esté en perfecto estado. Este procedimiento debe quedar documentado en un informe técnico y registrado en la instalación. Es aquí donde muchas empresas fallan, al confiar en personal no certificado o retrasar la visita técnica. La revisión profesional no solo cumple con la ley, sino que garantiza funcionalidad real ante emergencias.


Retimbrado cada cinco años: una prueba crucial

Además de las revisiones periódicas, cada cinco años debe realizarse un retimbrado, una prueba de presión que verifica que el recipiente del extintor puede soportar condiciones extremas sin riesgo de explosión o fuga. Este proceso solo puede realizarlo una empresa habilitada por el Ministerio de Industria y es una de las medidas más estrictas de la normativa. Un extintor que no haya sido retimbrado pierde su homologación y no puede considerarse legal ni funcional.


Recomendaciones prácticas para cumplir con la normativa

Para garantizar que tus extintores cumplen con la normativa de 2025, lo ideal es contar con un contrato de mantenimiento con una empresa especializada. Este acuerdo asegura que todas las inspecciones (trimestrales, anuales y quinquenales) se realicen en tiempo y forma, con registros válidos en caso de inspección o siniestro. También puedes solicitar la colocación de etiquetas de revisión y carteles visibles para el personal. En entornos donde hay rotación de trabajadores o alta afluencia de público, esto puede salvar vidas.


Casos reales: la negligencia como causa de tragedias evitables

En abril de 2024, una panadería en Valencia sufrió un incendio eléctrico. El propietario intentó usar un extintor de polvo, pero este no funcionó: había perdido presión y jamás fue revisado desde su compra en 2018. Aunque no hubo víctimas, las pérdidas materiales superaron los 50.000 euros. En contraste, un comercio en Bilbao logró sofocar un conato de fuego gracias a una revisión reciente de sus extintores, realizada solo semanas antes por una empresa certificada. Estas historias ilustran la diferencia entre prever y lamentar.


actuar ahora es evitar lo peor

La normativa de 2025 no deja lugar a dudas: mantener los extintores revisados y operativos es una responsabilidad ineludible. No se trata solo de evitar sanciones, sino de garantizar protección real. Comprar un extintor es solo el primer paso. Lo que marca la diferencia es su mantenimiento, su revisión técnica, su actualización constante.