Cómo saber si tu extintor está caducado y qué hacer al respecto

 La importancia silenciosa que cuelga de una pared

En el rincón discreto de un local comercial, el pasillo de una comunidad de vecinos o el sótano de una finca, cuelga un objeto rojo, aparentemente anodino. Pero su presencia no es decorativa ni burocrática. El extintor es, en muchas ocasiones, la primera y última barrera entre una chispa y la tragedia. Y sin embargo, pocas veces le prestamos atención hasta que el fuego llama a la puerta. La pregunta que muchos se hacen, y no siempre en el momento adecuado, es: ¿cómo saber si mi extintor está caducado y qué debo hacer si lo está? Este artículo busca ser la respuesta clara y fiable que todo propietario o administrador necesita.


Lo que dice la normativa y lo que exige la lógica

La ley es clara, pero no siempre se explica con palabras fáciles. En España, según el Reglamento de Instalaciones de Protección Contra Incendios (RIPCI), todos los extintores deben pasar una serie de revisiones periódicas, además de estar sujetos a una vida útil limitada. Cada tipo de extintor —ya sea de polvo, CO₂ o espuma— tiene sus propios ciclos de mantenimiento y una caducidad determinada por el fabricante, aunque la media ronda los 20 años.

Sin embargo, más allá de la normativa, está el sentido común: un extintor sin presión, sin etiquetas legibles o sin garantía de eficacia es, en el mejor de los casos, un adorno costoso. En el peor, una promesa vacía en medio del humo.


Cómo identificar si tu extintor está caducado

Lo primero que debes buscar es la fecha de fabricación, que suele estar grabada en el cilindro o indicada en la etiqueta. A partir de ahí, puedes contar su vida útil —normalmente 20 años— y los años de revisiones obligatorias, como el retimbrado cada cinco años y la revisión visual anual. Además, si observas que el manómetro (ese pequeño reloj que indica la presión) está en rojo o si la etiqueta está ilegible, puede que tu extintor haya dejado de ser fiable.

En estos casos, es recomendable acudir a profesionales especializados. Empresas como Extintores Contra Incendios ofrecen asesoramiento técnico, inspecciones y recambios, adaptados tanto a locales comerciales como a comunidades residenciales.


¿Qué hacer si el extintor está caducado?

Cuando se descubre que un extintor ha pasado su fecha útil o no ha sido revisado en años, no basta con ignorarlo ni confiar en que aún “funcionará”. Lo correcto es reemplazarlo por uno nuevo o, si aún está dentro de plazo, solicitar una revisión o retimbrado.

Al comprar un extintor, debes asegurarte de que venga con su correspondiente certificado de conformidad, sellos de control y etiqueta de trazabilidad. Además, asegúrate de que el proveedor ofrece servicio postventa y orientación sobre las próximas revisiones, para que el nuevo extintor no corra la misma suerte que el anterior.


Relación entre extintores y la licencia de actividad

Uno de los errores más comunes entre emprendedores o administradores novatos es creer que la licencia de actividad de su negocio es suficiente para estar en regla. Pero este permiso administrativo exige el cumplimiento de varias medidas de seguridad, entre ellas, tener extintores correctamente instalados y vigentes. No contar con ellos, o tenerlos caducados, puede ser motivo de cierre temporal o sanciones económicas.

Para evitar estos riesgos, lo más sensato es trabajar con consultoras especializadas como Licencias y Proyectos Promatec, que no solo tramitan la documentación necesaria sino que te asesoran en cuanto a instalaciones y normativas de protección contra incendios. De este modo, tu licencia no será solo un papel en la pared, sino una garantía de cumplimiento real.


Señales de alerta: cuando el extintor ya no es seguro

Hay detalles que delatan un extintor en mal estado incluso antes de revisar su fecha de caducidad. Por ejemplo, la presencia de óxido en el cilindro, abolladuras, restos de polvo expulsado o la ausencia de precinto. También es una mala señal que haya sido manipulado sin intervención profesional: si falta el pasador o si ha sido rellenado por alguien sin acreditación, puede haber perdido eficacia.

Ante la mínima sospecha, lo más responsable es solicitar una inspección profesional. Un técnico acreditado sabrá si el equipo aún puede ser usado o si ha de ser reemplazado. Y es que en materia de incendios, más vale prevenir que lamentar.


La diferencia entre revisión, recarga y retimbrado

Este trío de conceptos suele causar confusión entre propietarios y administradores. La revisión es una inspección visual y funcional que debe realizarse anualmente. La recarga implica rellenar el agente extintor y revisar los componentes, especialmente si el extintor ha sido usado, aunque sea parcialmente. El retimbrado, por su parte, es una prueba hidráulica obligatoria cada cinco años para garantizar que el cilindro soporta la presión interna sin fisuras.

Cada procedimiento debe realizarse por empresas autorizadas, que dejarán constancia en una etiqueta visible adherida al equipo. Ignorar estos ciclos no solo pone en riesgo la seguridad, sino que también puede invalidar seguros o licencias.


Ejemplo real: la multa por descuido en una comunidad de vecinos

En 2023, una comunidad de propietarios en Getafe recibió una inspección rutinaria del ayuntamiento. El técnico detectó que tres extintores del garaje no habían sido revisados desde 2018 y uno de ellos presentaba fuga. El resultado fue una sanción de 1.800 euros, además de la obligación inmediata de sustituir los equipos. Todo por un descuido que podría haberse resuelto con una llamada o una visita técnica.

Este caso no es aislado. Las administraciones están aumentando los controles, especialmente en comunidades con garajes, trasteros o instalaciones compartidas. Mantener los extintores al día ya no es solo un gesto preventivo: es una necesidad legal y financiera.


Consejos prácticos para no perder el control de tus extintores

La solución no está solo en comprar buenos equipos, sino en implementar un sistema de control. Una opción sencilla es colocar una etiqueta de calendario visible en cada extintor, anotando la fecha de la próxima revisión. También puedes guardar en digital (o en papel) los informes de mantenimiento, con alertas programadas para saber cuándo toca la siguiente intervención.

Si gestionas varias propiedades o un local con personal, delega esta tarea en alguien responsable y forma al equipo para reconocer señales de deterioro. El conocimiento, aunque mínimo, puede evitar una catástrofe. La prevención es siempre más barata que el daño.


¿Y qué pasa con los extintores de vehículos o embarcaciones?

Aunque suelen tener menor capacidad y tamaño, los extintores en coches, furgonetas o embarcaciones también están sujetos a control. Si el extintor de tu coche está bajo el asiento desde hace años y jamás ha sido revisado, probablemente no sirva de nada si algún día lo necesitas. Estos dispositivos también deben revisarse al menos una vez al año y reemplazarse si tienen más de cinco años sin mantenimiento.

Empresas especializadas ofrecen servicios específicos para este tipo de extintores, con protocolos adaptados a la normativa vigente de transporte y seguridad marítima. No olvides incluirlos en tu revisión anual si eres administrador de una flota o navegas con frecuencia.


Seguridad no es un lujo, es una obligación

Un extintor puede ser la única línea entre una pequeña emergencia y un desastre irreversible. Saber si está caducado no es un ejercicio técnico ni una curiosidad legal: es una responsabilidad directa sobre la vida de los tuyos, tus empleados o tus clientes. Conocer la normativa, revisar su estado, mantenerlo al día y actuar con diligencia son gestos que hablan del compromiso de una persona o una empresa con la seguridad real.

Si al leer este artículo te has dado cuenta de que no sabes cuándo fue la última vez que revisaste tus extintores, el momento de actuar es ahora. Contacta con profesionales, consulta fuentes fiables y mantente informado. La seguridad contra incendios no admite improvisaciones, y mucho menos excusas.