Clases de extintores y tipos de fuegos

Clases de extintores y tipos de fuegos: guía definitiva para no arder en dudas

Uno puede tener la nevera vacía, el coche sin gasolina o la tele sin mando… pero lo que no puede permitirse, bajo ningún concepto, es tener un edificio sin un extintor adecuado. Porque cuando el fuego se pone flamenco, no vale rezar: hay que actuar. Y ahí entran en escena esos héroes rojos, los extintores, que más que un capricho, son una necesidad.

Tipos de extintores según su agente extintor

Hay quien piensa que un extintor es un cilindro rojo y punto. Error. Existen distintos tipos, cada uno con su agente extintor y su misión concreta. Porque no es lo mismo apagar una sartén que un cuadro eléctrico, igual que no se bebe lo mismo en una boda que en un velatorio.

  • Extintores de espuma: eficaces para fuegos clase A y B. Eso sí, lejos de enchufes, que la espuma y la electricidad no son buenos compañeros de piso.
  • Extintores de polvo ABC: los más versátiles y comunes. Funcionan en fuegos A, B y C y son seguros en presencia eléctrica. Si buscas algo todo terreno, este es tu aliado. De hecho, uno de los modelos estrella es el extintor ABC de 6 kg.
  • Extintores de CO2: ideales para instalaciones eléctricas y fuegos tipo B y C. No dejan residuos, así que ni laboratorios ni oficinas tech sufrirán daños colaterales.
  • Extintores de agua con aditivos: perfectos para exteriores, barbacoas o jardines. Su capacidad se ha reforzado con aditivos para abordar incluso fuegos tipo F.
  • Extintores en aerosol: compactos, ligeros y eficaces. Se han convertido en los favoritos para coches, cocinas y espacios reducidos.

Clases de fuego y qué extintor necesitas para cada una

El fuego también tiene personalidad. No todos arden igual, ni se apagan con lo mismo. Aquí la cosa va de letras, y no precisamente de amor:

  • Clase A: combustibles sólidos como papel, cartón o madera.
  • Clase B: líquidos inflamables: gasolina, disolventes, pinturas…
  • Clase C: fuegos por gases como butano o propano.
  • Clase D: metales combustibles (raro, pero posible: magnesio, sodio, etc.).
  • Clase F: aceites y grasas en cocinas. El enemigo silencioso del cocinillas moderno.

Y como en esta vida todo tiene un precio, también puedes echar un vistazo a los extintores precios más actualizados antes de decidir qué escudero eliges para tu cruzada contra el fuego.

Tamaños de extintores más comunes

En esto del fuego, el tamaño sí importa. Porque no es lo mismo apagar una llama en la sartén que sofocar una chispa en un almacén. Los tamaños más frecuentes son:

  • 1 kg a 6 kg: ideales para viviendas, oficinas y pequeños negocios.
  • 10 kg a 25 kg: utilizados en entornos industriales. Estos van sobre ruedas, no por capricho, sino porque pesan lo suyo.
  • Extintores de CO2: 2 kg y 5 kg, compactos y precisos para fuegos eléctricos.

¿Cuántos extintores necesitas?

No se trata de coleccionarlos como si fueran cromos. Hay normativa y lógica. Si tienes dudas sobre cuántos necesitas por superficie, consulta esta guía oficial sobre cuántos extintores debe haber por metro cuadrado. Ahí no falla.

Extintor recomendado según el entorno

  • Vivienda: aerosol extintor + uno de CO2 de 2 kg.
  • Local comercial: dos extintores de 6 kg (polvo o espuma) + CO2 de 2 kg.
  • Industria: extintores de 6 kg + carros de 25 kg en zonas amplias + CO2 de 5 kg para cuadros eléctricos.

Eficacia de cada extintor

No todos los extintores son igual de eficaces. Y esto no es una opinión, son datos de laboratorio. Se mide en números como si fuera una lotería, pero aquí el premio es evitar tragedias:

  • Polvo ABC: 21A 133B o 27A 183B. Eficaz, barato, fiable.
  • Espuma AFFF: para fuegos clase A y B. Eficacia: 75F, ideal en cocinas.
  • CO2: solo clase B. 2 kg = 34B, 5 kg = 89B. Tu salvavidas eléctrico.

¿Y qué pasa con los fuegos tipo K?

Si te lo estás preguntando, probablemente cocinas mucho. Los fuegos tipo K son los provocados por aceites vegetales en frituras. Y aunque no es una clasificación habitual en Europa, ya hay extintores que los cubren.

No juegues con fuego (literalmente)

Un extintor no es un objeto decorativo ni una exigencia burocrática. Es una herramienta que puede marcar la diferencia entre un susto o una desgracia. Ya sea en casa, en el coche o en la oficina, elegir el extintor adecuado según el tipo de fuego y el entorno es algo tan esencial como cerrar el gas o no meter el tenedor en el microondas.

Así que, la próxima vez que veas uno colgado en una pared, no lo ignores. Míralo con respeto. Porque ese cilindro rojo puede salvar tu casa… y tu pellejo.