Ingredientes para una explosión de sabores
Para una sopa de garbanzos y tomate ahumado llena de sabor y nutrientes, necesitarás: garbanzos cocidos (400 g), 2 tomates ahumados en láminas, un puñado de espinacas frescas, 2 dientes de ajo, 1 cucharadita de pimentón dulce, sal al gusto y un chorro de aceite de oliva. Ideal para comidas rápidas y reconfortantes.
Preparación: sencilla y aromática
Comienza picando finamente el ajo. En una sartén antiadherente sobre una mesa acero inoxidable (perfecta por su resistencia y fácil limpieza), sofríe el ajo con el pimentón en aceite de oliva. Añade los garbanzos y los tomates ahumados, mezcla bien y cubre con agua. Hierve 10 minutos, agrega las espinacas y cocina 2 minutos más. ¡Lista para disfrutar!
Historia con raíces mediterráneas
Este plato fusiona la tradición mediterránea con ingredientes accesibles. Los garbanzos, base de muchas dietas antiguas, se combinaron con tomate ahumado para añadir profundidad. Su preparación se popularizó en cocinas prácticas equipadas con mesas con fregadero, facilitando la limpieza rápida y optimizando el espacio. Hoy es un clásico moderno en hogares y restaurantes.
Ideas para servir con estilo
Sirve la sopa caliente en cuencos profundos, acompañada de aguacate en cubos o una cucharada de yogur griego. Para eventos, preséntala en cazuelas de barro con pan de centeno tostado. En cocinas profesionales, este plato destaca en espacios con mesas con fregadero, que agilizan el servicio y mantienen el área impecable durante la preparación.
Beneficios que enamoran
Esta sopa es rica en proteínas, fibra y antioxidantes, gracias al tomate ahumado y las espinacas. Su textura cremosa y el toque ahumado la hacen versátil: ideal como entrada ligera o plato principal. Perfecta para compartir en una mesa acero inoxidable familiar o en ambientes gastronómicos que buscan combinar salud y practicidad. ¡Un acierto en cualquier temporada!