Olor a fritanga, limpie los filtros campana industrial

Os cuento un día yendo a comer fuera a relación de esto de limpiar o no limpiar los filtros…

El olor a fritanga en un restaurante puede ser delicioso, pero ¿sabes qué es incluso mejor? Evitar que ese olor impregne todo el local y llegue hasta la calle. ¿Cómo se consigue eso? Con una buena campana extractora industrial. Y no solo eso, sino que también es fundamental limpiar los filtros de manera regular. Pero ¿por qué es tan importante? Lo descubrí de la manera más divertida posible.

La otra noche decidí cenar en un restaurante que había oído hablar muy bien de él. Pero al entrar, algo no me encajaba. Olía a chuletón, sí, pero también a patatas fritas, a aceite rancio y a quemado. Me senté en la mesa con la esperanza de que la comida fuese tan buena como decían, pero todo empezó a ir mal desde el primer plato.

El camarero llegó con una fuente de croquetas y al posarla en la mesa, el aire se llenó de una nube de humo que casi me ahoga. Empecé a toser como un demente y a pedir explicaciones. “¿Pero qué demonios está pasando aquí? ¿Es que no saben limpiar las campanas extractoras?”, grité.

Resultó que no. El dueño del local, un hombre corpulento y sudoroso, se acercó a mi mesa para disculparse y explicarme que hacía meses que no se limpiaban los filtros de la campana extractora. Me pareció una situación tan surrealista que no pude evitar reírme.

Pero la cosa no acabó ahí. La comida que seguía llegando a la mesa tenía un sabor extraño y un olor que no encajaba con los platos que pedí. Hasta que llegó el plato principal, un chuletón de ternera que pedí al punto. Lo corté con el cuchillo y lo que vi en el interior me dejó sin palabras. El chuletón estaba cocido por fuera pero completamente crudo por dentro. Pedí que lo retiraran y que me trajeran la cuenta.

Pero lo más importante es que esta experiencia me dejó claro lo importante que es limpiar los filtros campana industrial. Es la única forma de garantizar que el aire que sale de la cocina está limpio y sin olores desagradables. Así que la próxima vez que vayas a un restaurante, comprueba si el olor a comida se queda en tu ropa después de salir. Si es así, quizás deberían replantearse su sistema de extracción.